ARCANGEL MIGUEL
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El arcángel Miguel es una poderosa fuente de inspiración e iluminación. Su nombre ha sido interpretado de muchas formas: “El que es como Dios”.
¿Quién es como Dios? o “El que es semejante al Señor”.
En el capítulo ¿Quién es Miguel?, se comenta que en las tres tradiciones –cristiana, judía, islámica- Miguel trabaja sin cesar para crear un mundo de paz y armonía.
Es el patrono y protector de quienes buscan tener a Dios en sus vidas.
Por lo general, es representado con una espada, pero a veces aparece sosteniendo una balanza de la justicia, o con una llama azul de protección.
En otras culturas, este arcángel ha nombrado de maneras diversas. Es conocido como Indra en el Rig veda Indio, Vahman en el Denkard persa, Marduk en la epopeya de la Creación babilonia y Apolo en el Himno a Apolo de Homero.
A su vez, ha sido asociado con el antiguo dios egipcio Anubis, quien era el que “pesaba las almas”.
Miguel ha sido considerado importante desde la época de los caldeos –expresa Webster–.
Se cree que en un principio era visto como un espíritu protector, o incluso un dios, en la antigua Caldea.
La creencia en la importancia de los ángeles, junto con la necesidad de tener una figura representativa en la lucha continua entre las fuerzas del bien y del mal, ayudaron a elevar el perfil de Miguel.
Destinar un lugar sagrado específico para entrar en contacto con Miguel.
Como lugar sagrado se refiere a cualquier área designada para el trabajo espiritual.
Se puede colocar lo que se considere apropiado en el altar tales como velas, aceites, cristales, flores recién cortadas, plumas y algunos objetos preciados; podríamos incluir estampas o cuadros angélicos.
Resultará importante dedicar al menos cinco minutos frente a nuestro altar, incluso si no estamos desarrollando un ritual. Encontrará que es una práctica Energizante y edificante, y al mismo tiempo consagramos nuestro espacio sagrado.
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