Los "Ángeles del amor puro de
corazón" rozan con su amor puro divino nuestro corazón sensible
y se unen a la llama de la luz eterna de nuestro interior.
Esta llama se convierte en un intenso y brillante fuego cuando se diluye y
purifica el amor a uno mismo y al prójimo mal entendido,
deshaciéndose nuestra auto compasión.
A partir del ardiente amor puro de corazón podemos crear claridad y
amor puro en plenitud.
Los Ángeles, que a través del cristal de roca, tallado en forma
de corazón, llegan hasta nosotros, nos ayudan a desplegar estas fuerzas de la
plenitud, la felicidad y el amor de "corazón puro", a amar con
intenciones "puras" y servir de esta manera a la creación.
El corazón esta formado por la confluencia en su parte
superior, de dos alas de ángel, las cuales se unen por el extremo en la
parte inferior.
Por ello, en nuestras fuerzas anímicas reaccionan potenciales
directos y muy intensos que se sienten unidos a las fuerzas de los ángeles.
Cabria simplemente imaginárselo como si los ángeles, con todo su
amor puro, rodearan con sus alas nuestro corazón lleno de amor,
por una lado protegiéndolo y, por otro lado, permitiendo la
irradiación de la luz pura.
Nos podemos imaginar, percibir en lo más hondo de nuestra alma, que nos
encontramos en un amor perfecto.
Las imagines de Jesucristo y su gran corazón que irradia luz, o bien las de María,
su madre, la madre de Dios, también pueden hacernos recordar este
hecho y tocar imágenes ancestrales en nuestra alma.
Podemos sostener un corazón de cristal de roca sobre nuestro corazón e invitar
a los "ángeles del amor de corazón puro" unidos a él a que toquen
nuestro corazón y que lo bañen con su amor y lo purifiquen.
Sin embargo, también existen corazones de cristal de roca que podemos
llevar como colgante.
De esta manera, los ángeles pueden proporcionarnos la protección
prolongada del amor de corazón puro y recordarnos que en nuestro día a día podemos
decidirnos, al mismo tiempo que ser y servir a los "corazones puros".
Ruega la presencia de los ángeles de tu cristal de roca y su protección.
Da la bienvenida a los ángeles que llegan en su poderosa luz pura e imagínate como
rodean el cristal de roca y avivan sus fuerzas de luz como solo ellos pueden
hacerlo.
Uno de los ángeles se coloca detrás de ti, te roza los
hombros, te envuelve con todo su amor puro interior y su luz pura, te inunda, y
con ello te protege y te fortalece.
De esta forma puedes sentirte muy reconfortado.
Los ángeles desvían tu atención interna hacia el
cristal de roca que sostienes entre las manos.
Su luz pura es brillante y clara y el cristal, con su luminosa irradiación, se
hace cada vez mayor hasta convertirse en un gran cristal de luz.
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